Busan no solo es un destino de viaje deseable para muchas personas de todo el mundo, sino que también ofrece una rica historia, cultura y belleza natural que no se puede encontrar en ningún otro lugar de Corea del Sur. Sus pintorescos paisajes se caracterizan por imponentes montañas y acogedoras playas en bahías.
Una ciudad preciosa con muchas ventajas
Los emigrantes estarán felices aquí, porque la región tiene una infraestructura estable con un crecimiento constante y todavía logra ofrecer a las personas la relajación necesaria para compensar. La ciudad portuaria de Busan es de gran importancia económica, como lo demuestra un viaje al popular mercado de pescado. El panorama de la ciudad lo crea el puente Gwangandaegyo, que se dice que es el segundo más largo de todo el país. No solo es importante como arteria de tráfico, sino también como motivo fotográfico popular. Aquellos que buscan tranquilidad la encontrarán al pie de Geumjeong en Busan. Permite el uso de numerosas rutas de senderismo y es visitado tanto por locales como por turistas. Los templos budistas de los alrededores, que a menudo se encuentran en Corea del Sur, también lo invitan a quedarse. Cada vez más emigrantes alemanes se sienten atraídos por la zona porque buscan un país que les haga felices en el futuro. Situada junto al mar, la región irradia sensaciones de vacaciones, pero al mismo tiempo ofrece bastante variedad y, sobre todo, puestos de trabajo en medio de la ciudad.